Comenzamos por el Ángel sobre reforma, luego ya con bici en la cual poder ensayar, Reforma estaba cerrado precisamente para los ciclistas, así que mejor partimos a un sitio menos concurrido, y menos extravagante. Y lo de extravagante no lo digo por lo de las bicis, sino que además de la Feria de las Culturas Amigas que ya le daba colorido a la calle, luego los miles de bicicletas, además se les ocurrió hacer la marcha de los Otakus!!, por lo que también podías ver a gente con disfraz de Naruto, orejas de Inuyasha y cosas así.
Fijamos rumbo al Parque España, donde hicimos el ridículo al por mayor intentando hacerme mantener el equilibrio en la bici. Cosa que en pocos o en ningún momento lo logré, a excepción de un tramo de casi 10 metros que si lo logré. Creo que estaré condenado a usar rueditas siempre jajaja, lo bueno es que me tuvieron mucha, mucha, pero muuucha paciencia.
Ante el poco éxito de esta primera clase, pues retornamos a reforma, y para refrescarnos nada mejos que un Frapucchino en el Starbucks de la Torre Mayor.
Y así de platica en plática llegamos a mis áreas de interés: la farmacología y la infectología, y unas largas explicaciones que al parecer si me logre dar a entender. Como decía Einstein, para realmente comprender algo necesitas poder explicarselo a tu abuela, o en este caso a alguien que nada que ver con ninguna ciencia.
Una vez terminada esta pausa, a seguir el día, que era el último día de la Feria de las Culturas Amigas. El recorrido final fue darle 3, casi 4, vueltas a Reforma en el lapso de la estela de luz, hasta la plaza 222, y como no si había tantas cosas que mirar, escuchar, y probar!!! y bueno realmente la última vuelta más bien casi la damos rodando después de tanta comida, pero bueno he aquí la pequeña lista del recorrido culinario que se hizo:
- Gyros, Grecia (una especie de tacos con pan árabe y carne rica).
- Comida Tailandesa (arroz como con huevo, camarones y pasta con gengibre).
- Pastel de queso y tocino, Francia (un sabor raro pero bueno).
- Enchilada-quesadilla, El Salvador.
- Chimichurri, República Dominicana (ufff creo de lo más sabroso, un especie de torta de carne molida con un sabor exquisito).
- Chimichurri, Argentina (mmm bueno esta solo fue probada de la salsa de ese nombre, en extremo grasosa, poco recomendable).
- Salchichas, Alemania (eran grandes, pero sabian casi igual el pepperami de las pizzas).
- Pastel de almendras y zarzamora, Finlandia (pudiera clasificarlo como uno de los mejores pasteles que haya probado en mi vida; consistencia de pan de elote, dulce en cantidad adecuada, sensación de azúcar granulada, de verdad sabía a zarzamora, sin duda pudiera ser el mejor de este año).
- Agua de rosas y semillas de flor, Libano (sabor como un te, refrescante y las semillas me alucinaron, parecian células, si aunque un día antes me había pasado lo mismo).
- Calpis, Japón (no necesita descripción, rico en extremo).
- Agua de chicha morada, Colombia (el sabor del típico ponche, pero en frío, rico) .
- Mate de coca, Colombia (semejante al te de anís).
- Cocido, Venezuela (supuesta bebida refrescante, de no se cuantas hierbas mágicas y un toque de carbón activado; pues efectivamente sabía como se oía, a carbón, mas precisos como si bebieran agua de un cenicero).
- Maracuyá con Chía, Colombia (rica).
Una vez más que satisfecho el hambre y sed, de nuevo a la Condesa, a ver los patos al Parque México. De nuevo platicas que iban de una cosa a otra mientras se apreciaban los patos que no sabían volar, los perros acosandose y el anochecer acercandose.
Y no podía faltar la bonita costumbre de perderse, cuando pasamos por una fuente, y fue así de ¿Esa fuente siempre ha estado ahí? bueno su GPS tuvo que sacarnos del error de caminar en sentido contrario jajaja.
Y así terminó el día.
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