jueves, 25 de octubre de 2012

Siguiendo patrones


Hace mucho tiempo ya, que conocí a una persona muy especial para mi.
Un día en medio de un caos, de una fila que poco a poco se fue convirtiendo en bola de gente, de entre toda esa bola, justamente esa persona, ninguna otra,  tenía que hablarme, una simple pregunta que nos unió enmedio de ese alboroto, que dio pie a seguir la conversación en la comida de ese día, y días posteriores, que se hicieron semanas, meses y ahora años.
Muchas cosas han pasado, y obviamente como en toda buena historia hubo caminos diferentes.

[...]

Hace algunas semanas la historia se repite, una fila enorme, una completa desorganización, y para variar yo todo despistado me formo en la fila, cuando de la nada (confieso que no tan de la nada, ya habia visto a esta persona a lo lejos durante el camino) alguien llega y me hace una pregunta, ¡zaz! nuevamente la platica se prolonga durante las conferencias, la comida y así.

[...]

No dire más, para que gastar más espacio, si a fin de cuentas conmigo todo esto sería imposible.
El simple hecho de que yo, la persona más antisocial que se puedan imaginar termine entablando conversaciones, es lo más imposible.
En fin, solo necesitaba dejar en claro una "hipotética" situación por la cual se deben evitar las filas (sin mencionar otras sin importancia como la de la estación de tren en cierto poblado holandés, o en el metro).

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